Experiencias atormentantes

En la Sala de Teatro 2 del CELARG, la agrupación novel Fundación Primera Escena presenta Lado D, texto de Youssef Abrache, producción general de Weidry Meléndez y dirección de Rufino Dorta.
Una mujer se dedica a recordar las peores experiencias en la vida mientras éstas se materializan sobre el escenario. Con esta idea, el autor crea un argumento simbólico en el que la mujer, llamada simplemente D, es atormentada por cuatro seres denominados progresivamente como D1, D2, D3 y D4. La originalidad reside la capacidad de colocar en escena un conflicto de carácter interno a través de una especie de espectros que representan a aquellas personas y estados emocionales que perturban a D, sin embargo cada tormento aparece y desaparece sin que se llegue a algún lugar. Para la mujer existen dos soluciones: seguir atormentada (lo que podría conducir a la locura) o ser capaz de tomar conciencia y comenzar a resolver sus problemas. El final de la pieza no es claro en este sentido y ahí reside su debilidad.
La dirección aprovecha la premisa del texto para crear un montaje cargado de imágenes que reflejan los símbolos presentes en él. El diseño de escenografía de Ángel Pájaro propone un camino de pétalos por donde transita D como espacio frontal y uno posterior por el cual deambulan los seres. En este último se ubica una estructura de metal oxidado alumbrada con velas y con un espejo. Ese camino inicial de aparente calma y belleza es invadido por lo desgastado, lo onírico, los reflejos de una vida que abruma a D. Esto se logra también con diseño lumínico, también de Pájaro, que demarca el cambio de las situaciones en un ambiente de sombras. El vestuario, diseño del director, atavía a los seres de beige claro con telas ligeras, mientras que D posee un abrigo y bufanda que la cubren como si buscara protección. Cada personaje solo posee el calzado de un pie, mientras que el otro usa el del otro pie. Dos hombres y dos mujeres como existencias que se dividen y se complementan angustian a la protagonista.
En las actuaciones, la labor de Daniela Micucci como D se percibe ajustada a transmitir las emociones de una mujer aturdida. Ángel Pájaro como D1 y Weidry Meléndez como D2 poseen intensidad y veracidad en la composición de sus roles, mientras que Frederick Peña como D3 y Daniela Locurto como D4 son eficaces en su interpretación.
La pregunta final para el grupo es: ¿por qué escoger este texto? Las obras que una agrupación presenta van creando una línea estética. En este caso, parecen interesarse por piezas más experimentales al contrario del realismo imperante en la escena venezolana. Una decisión totalmente aceptable.

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