Atípica Bernarda

En la sala principal de su sede, la agrupación Rajatabla presentó La casa de Bernarda Alba, texto de Federico García Lorca, producción artística de Adriana Bustamante, producción general de William López y dirección de Vladimir Vera.
El texto clásico de Lorca en que Bernarda Alba cierra su casa al luto mientras un hombre se convierte en el símbolo del deseo para todas sus hijas, encuentra una dirección que rompe con el realismo que se le adjudica a la pieza para crear una puesta en escena cargada de significados. Un espacio blanco con una hilera de cruces que cuelgan sobre el escenario es el foco del montaje gracias a la escenografía diseñada por el mismo director. Contrario al encierro que Bernarda obliga a vivir a sus hijas y criadas, el espacio blanco es luz frente a los vestuarios pesados, recargados de texturas y de colores oscuros diseñados por Fedora Freites. Cada personaje posee su individualidad en la mezcla de telas y materiales con una simbología muy marcada como vestir a Bernarda Alba con un traje clásico masculino que reflejan la hombría subyacente frente a su género, el vestido verde “punk” de Adela que muestra su rebeldía o los trajes de la madre de Bernarda que juegan con la iconografía del “clown”. El diseño de iluminación de David Blanco se encarga de destacar hábilmente con luces ámbar y azules el fondo del escenario frente al blanco de la parte delantera dando así mayor relevancia a la tonalidad del vestuario.
El espacio central es rodeado por otros personajes que realizan acciones en las afueras de la casa y que dan mayor fuerza a la atmósfera que genera el montaje con cantos dirigidos por Mayra Santos y el notable trabajo corporal conducido por Soraya Orta, ambos llevados a cabo por los alumnos de Taller Nacional de Teatro de Rajatabla.
En las actuaciones, Francis Rueda compone a Bernarda con fuerza y veracidad en todos los sentidos. Es secundada por la labor sobresaliente en intensidad y manejo de las intenciones de Adriana Bustamante como Angustias, Graziella Mazzone como Magdalena, Daniela Leal como Amelia, destacándose la composición cargada de matices de Fedora Freites como Martirio y la franqueza y energía de Valentina Garrido como Adela. Por su parte, Miriam Pareja como María Josefa, madre de Bernarda, crea una visión distinta al lograr la hilaridad del rol, mientras que Nyrma Prieto como La Poncia, Evelia Di Genaro como La Criada y Mayra Santos como Prudencia se perciben correctas en sus interpretaciones.
En definitiva, me encuentro con una atípica “Bernarda Alba” que mantiene el texto y juega con el humor negro en una representación que rompe lo tradicional.

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