La escena venezolana 2008 (y IV): Teatro infantil y académico

El Teatro infantil presentó altibajos el año pasado, aunque existen agrupaciones que todavía siguen desarrollando su labor en esta área. El grupo Thalía reestrenó El gato con botas de goma de Carmelo Castro, Pandilla teatro realizó una nueva temporada de No me abraces por e-mail de Anibal Grunn, Skena estrenó Belinda lava lindo de María Inés Falconi, Ensamble teatral presentó Princesas del mexicano Esteban García, Garuart producciones reapareció en escena con Cortocircuito de Carlos Roa, el Teatro del Canovaccio representó La cenicienta en palacio, el grupo Entretelones volvió a presentar La hormiga y el pájaro bandido de Luis Eduardo Pérez y Proyecto azul montó Miranda anda cazando estrellas de Karin Valecillos. Varios montajes resaltaron durante el año como la adaptación de El principe y el mendigo de Mark Twain (Grupo Teatro Educativo Experimental de Venezuela), Historias de Apá, cuentos para dormir de José Luis León (Grupo Actividades Alternas) y la versión de Viaje al centro de la tierra de Julio Verne (M&G producciones). La obra clásica de J. M. Barrie fue tomada en cuenta con tres propuestas distintas, a saber: Peter Pan, el musical del Grupo Teatral Juvenil Luba, El día que Peter Pan encontró a Wendy Pérez de Karin Valecillos que llevó a escena la Fundación Ayanamsha y Peter Pan buscando a Campanita de Carmelo Castro para el Grupo Colibrí. Esta última agrupación sigue ofreciendo talleres de teatro para niños y realizando montajes con ellos como La sirenita y el tesoro del pirata de Víctor Hugo Gomes. Últimamente el teatro para niños se ha visto invadido con producciones llevadas a cabo con actores de televisión y que ofrecen productos de calidad dudosa, donde importa más la ganancia económica. En este tipo de trabajos se encuentran: Las aventuras del Capitán Garfio, Meñique y Hércules. Pese a esta cantidad de espectáculos, el Teatro Infantil Nacional (TIN), ente encargado de la promoción y premiación de las producciones infantiles, no cumple con su labor debido a la falta de presupuesto y la ausencia de autoridades que lo dirijan. No se conoce si volverá a realizarse la muestra denominada FesTIN, en la que agrupaciones de todo el país exhiben sus trabajos, ni tampoco si se entregarán los premios TIN que reconocen labor de los creadores en diversas áreas de este tipo de teatro.
El teatro académico o realizado por escuelas de teatro e instituciones para el estudio de este arte sigue haciéndose, especialmente para mostrar al público la finalización de un programa de formación actoral. Graduandos de anteriores promociones del Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas presentaron el interesante trabajo Seis Pinter que dirigió Diana Volpe y en el que integraron piezas del premio Nóbel, recientemente fallecido, Harold Pinter. Las preciosas ridículas de Moliere fue interpretado por los egresados de la Escuela Nacional de Artes Escénicas César Rengifo y El alma buena de Sezuan de Bertolt Brecht fue el montaje profesional de los alumnos regulares de Unearte – Teatro, bajo la dirección de Javier Moreno. El Centro Integral de Capacitación Actoral (CICA) llevó a escena Los figurantes de José Sánchez Sinisterra, como culminación de uno de sus cursos. Este montaje debe conducir a un replanteamiento de los objetivos de este centro porque demuestra que no se están logrando. El montaje académico más destacado fue Mi hermano José Rosario de Elio Palencia, galardonado con el Premio Municipal de Teatro, que realizó la agrupación Abrapalabra Teatro de la Universidad Central de Venezuela.

La escena venezolana 2008 (III): Propuestas

Diferentes propuestas teatrales se constituyeron como importantes el año pasado. La Compañía Nacional de Teatro retomó la senda de las grandes producciones con El eco de los ciruelos, espectáculo escénico-musical a partir de textos de Bertolt Brecht, que atrajo mucha audiencia en sus funciones. Además, comenzó con su proyecto de 24 co-producciones, entre las que se pudieron apreciar: Barranca abajo con el grupo Teatrela (Distrito Capital); Los diablos danzantes de Naiguatá con Cuenta Peregrino (Vargas); Cecilia con la Agrupación Teatral Coordinación (Yaracuy); Zamora con la Compañía Regional de Teatro (Carabobo); Los invasores con el Teatro Estable de Villa de Cura (Aragua) y Del Bicho al Hecho hay mucho trecho con el Teatro de Títeres Kinimarí (Táchira). Desde el exterior, fue resaltante la presentación de Sizwe Banzi está muerto, dirigido por Peter Brook, que demostró una vez más la maestría de esta figura del teatro. La compañía francesa Philippe Car Agence de Voyages Imaginaries presentó Historia de amor de Romeo y Julieta, en el que la actriz Valérie Bournet se valió de la técnica del "Clown" para interpretar todos los personajes de la pieza. El año pasado se ofrecieron dos propuestas distintas sobre Marat – Sade de Peter Weiss (Abreviación de Persecución y asesinato de Jean Paul Marat, tal y como fue representado en el sanatorio de Charenton por el marques de Sade). La primera realizada por el Taller Experimental de Teatro, dirigida por Juan Cordido, se concentró en reinterpretar la pieza y plantear una puesta en escena simbólica sobre ésta. La segunda se llevó a escena por los graduandos del Sistema Profeser (Profesionales en servicio) de la Facultad de Teatro de la Universidad Nacional Experimental de las Artes, quienes propusieron una representación más realista, sin dejar de lado la carga simbólica de los elementos escénicos, para constituirse en unos de los montajes más resaltantes de la temporada teatral, gracias a la producción y dirección de Ibrahim Guerra. Otros graduandos de este mismo sistema presentaron Don Juan en San Juan que permitió apreciar nuevamente la formación que se ofrece en la facultad teatral esta recién creada universidad, antiguo Instituto Universitario de Teatro. También se pudo disfrutar de diversas exhibiciones teatrales en la ciudad capital donde se presentaron montajes de grupos nacionales e internacionales como el Festival Teatral de Autor, organizado por Pathmon producciones; la Muestra Internacional de Teatro y Títeres en las comunidades de Caracas, organizada por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo del Arte en Venezuela y el Encuentro Teatral para la Juventud y por la Integración, organizado por el Instituto de la Artes Escénicas y Musicales. En el interior se mantuvieron el Festival de Teatro de Oriente con sede en Barcelona y el de Occidente cuya ciudad principal es Guanare. Finalmente, es necesario nombrar otras propuestas teatrales que destacaron durante el año: Encuentro con Francis Rueda (Compañía Nacional de Teatro - Teatro del Duende), Proyecto Padre: Obras José "Noches" (Textoteatro - Teatro San Martín), El alquimista (Escena de Caracas), Bolívar vs. San Martín (Teatro del Laberinto), Proyecto Hamlet (Teartes) y San Marcos de Venecia (Teatro Arena).

La escena venezolana 2008 (II): La dramaturgia

Lo más resaltante de la dramaturgia del año pasado es el resurgir de los autores venezolanos que fueron reconocidos tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Tres piezas escritas en el país se constituyeron como las más destacadas, siendo reconocidas por el Premio Municipal de Teatro que otorga el Consejo del Municipio Libertador. La ganadora fue Penitentes de Elio Palencia, junto a su estupendo montaje realizado por el incansable grupo TEATRELA. De igual forma, los jurados que participamos en el premio otorgamos dos menciones especiales a Parece que va a temblar de Ricardo Nortier, llevada excepcionalmente a escena por el Teatro de Contrajuego, y Cuentos de guerra para dormir en paz de Karin Valecillos, que augura un buen futuro a Tumbarrancho Teatro por su sencilla pero contundente puesta en escena. Esta agrupación realizó una nueva temporada de Lo que Kurt Cobain se llevó, también de Valecillos, cuyo montaje fue premiado en un festival de Bielorrusia. El grupo Rajatabla realizó la Primera Muestra de Dramaturgia Nacional en homenaje a Gilberto Pinto que comenzó con El peligroso encanto de la ociosidad, escrita por el homenajeado y continuó con: Los dioses del sur de Vicente Lira, Cont@to de Carmen García Vilar, La jaula bigshop de Héctor Castro y José Amindra de Roberto Azuaje, sin embargo tenía que haber mayor rigor en la escogencia de las piezas porque algunas lucen contrarias a la estética del grupo y mal resueltas estructuralmente. La presencia de la dramaturgia internacional se produjo con: ¡Ay, Carmela! de José Sanchis Sinisterra, Los días felices de Beckett, Venezia de Jorge Accame (presentada dos veces con la versión de Aníbal Grunn), El cruce sobre el Niágara de Alonso Alegría (agradable montaje de Grupo actoral 80), Barranca abajo de Florencio Sánchez, Diatriba de amor contra un hombre sentado de García Márquez, Al pie del Támesis de Vargas Llosa, La fiesta de Spiro Scimone, Así que pasen cinco años de Federico García Lorca, Allende: la muerte de un presidente de Rodolfo Quebleen, Contigo pan y cebolla de Héctor Quintero, El contrabajo de Patrick Süskind, La nona de Roberto Cossa y Rosa de dos aromas de Emilio Carballido. Hollywood style de Marcos Purroy fue censurada en el CELARG por sus comentarios sobre el país y Cuba, aún cuando su escritor desestimó todo con el eufemismo: “acuerdo de convivencia”. Mucho más categórico fue lo que sucedió en una lectura dramatizada en la Alianza Francesa que fue suspendida en plena realización por el supuesto lenguaje vulgar de una de las piezas. El teatro denominado comercial de temática ligera y simple con actuaciones televisivas siguió presente con: Club de caballeros, La ronda, Un cuarto para los dos, Juntos pero separados, La culpa es de mi bautizo, Las quiero a las dos, Sangrando por la herida, Algunos lo piensan, nosotros lo decimos, Pareja en regla y El cielo es muy aburrido, en el que muchas veces no se tiene respeto por la actividad teatral cuando se ensaya poco para sacar un producto de calidad media. Lo contrario de ¿Monogamia? de Marco Antonio de la Parra ó Todos los hombres son mortales …Y las mujeres también de Fausto Verdial que demuestra que se puede realizar un trabajo respetable.

La escena venezolana 2008 (I): Los espacios

Muy poco ha cambiado en cuanto los espacios dedicados a la representación teatral en el año que recién culmina. Uno de los mayores comentarios entre la comunidad de teatreros es la necesidad de mayor cantidad de salas debido a que las que existen no son suficientes para las diferentes propuestas, muchas de ellas están comprometidas desde el principio de año, otras ofrecen pocas semanas para una temporada teatral y si un montaje tiene éxito de público no se mantiene en cartelera por convenios con otros grupos. Esto último es relativo ya que algunas instituciones ofrecen sus mejores recintos al denominado teatro comercial que por la afluencia de espectadores logra temporadas de varios meses. El Ateneo de Caracas con sus tres salas se mantiene como sitio de referencia, pese a su destino incierto debido a la próxima culminación del contrato que en torno a la edificación tiene con el Estado Venezolano. Por otro lado, en sus alrededores sigue aumentando la inseguridad sin que la Alcaldía del Municipio Libertador haya tomado alguna acción. El Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG) continúa adquiriendo importancia a pesar de las diferentes denuncias de censura hacia los trabajos que se presentan allí, el incumplimiento del contrato al bajar un montaje de cartelera por la supuesta poca asistencia de espectadores y el uso irresponsable de sus salas al suspender funciones de varios espectáculos porque los espacios deben usarse para otras actividades, algunas de ellas de índole político. Por su parte el Trasnocho Cultural mantiene su éxito con gran cantidad de público en su sala principal y una creciente notoriedad del Espacio Plural que ofreció diferentes productos de calidad. Las dos salas del Centro Cultural Corp Banca, el Teatro Escena 8 de Las Mercedes y el Teatro Luisela Díaz del Caracas Theater Club mantuvieron una variada oferta teatral durante todo el año. Así mismo la administración de la Sala José Ignacio Cabrujas de la Fundación Cultural Chacao mantiene su interés en posicionar este lugar y para ello ofrecieron diversas actividades. Un sitio que ha dado oportunidades a nuevas generaciones es el Teatrino del Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, además de haberse visto un resurgimiento del uso de la Sala Juan Bautista Plaza de la Biblioteca Nacional, del Espacio 80 (perteneciente al Grupo Actoral 80) ubicado en el sótano de Parque Central y del Teatro César Rengifo de Petare. También continúan con su labor, el Teatro San Martín con su Sala principal y la Sala Textoteatro, aparte del Teatro Luis Peraza de los Chaguaramos, sede del Taller Experimental de Teatro, y con cada vez menos repercusión las tres salas de la Casa del Artista puesto que sus directores no apoyan cabalmente los trabajos que allí se presentan. El Teatro de la Asociación Cultural Humboldt y la Sala Río Teatro Caribe que se encuentran en San Bernardino han tenido programación teatral en el año, aunque la ubicación de ambos espacios limita la concurrencia. Contrariamente a la cantidad de salas nombradas, muy pocas se usan y otras no son exitosas por su ubicación o porque son desconocidas, siendo necesario crear nuevos espacios o rescatar aquellos tomados por sectas religiosas.

Volver al pasado para reconocer el presente

La Facultad de Teatro de la recién creada Universidad Nacional Experimental de las Artes -Unearte- presentó en la Sala Rajatabla el segundo montaje profesional de la primera promoción del sistema PROFESER (Profesionales en servicio) que permite a creadores con experiencia obtener la Licenciatura en Teatro. Marat – Sade (Título abreviado de Persecución y asesinato de Jean Paul Marat, tal y como fue representado en el sanatorio de Charenton por el marques de Sade) es una pieza de Peter Weiss que gracias a la versión, producción y dirección de Ibrahim Guerra vuelve a escena para demostrar que la formación teatral de este país puede alcanzar productos valiosos. Pocos montajes del antiguo Instituto Universitario de Teatro, ahora Unearte – Teatro, poseen la calidad de éste. El largo título original contiene el argumento de la pieza, donde Marat y Sade son las fuerzas encontradas que discuten sobre las diferencias entre clases sociales y la pertinencia de una revolución, seguidos de cerca por Coulmier, director del sanatorio, quien parece no estar a favor de ninguna de las dos posturas, sin darse cuenta que su esposa e hija terminan seducidas por el discurso de Sade, cuando la anarquía se apodera de la escena para una orgía final. La versión permite comprender la estructura de la pieza, presentando en tres partes claramente diferenciadas el desarrollo de la historia y haciendo que las palabras tengan un peso importante para crear el discurso escénico. La dirección propone cuatro puntos de atención en una disposición bi frontal del público: de un lado está Coulmier, esposa e hija mientras que del otro está Sade, el tercero es Marat en una bañera y en su contraparte una guillotina que despierta interés intermitentemente dependiendo del personaje que se ubique en él. Con este espacio sobre un piso de madera, los actores se desplazan para apoyar las acciones de estos cuatro puntos principales, sin dejan de abarcar todo el ambiente escénico y logrando un dinamismo escénico que mantiene el interés en las situaciones. Las interpretaciones de Robert Castro, Rolando Jiménez, Israel Moreno (Invitado de la próxima cohorte) y Alonso Santana demuestran un claro concepto de lo que es componer un personaje, secundados por Yuhary Castro, Dora Farias, Demis Gutierrez, Rossana Hernández, Maria Elena Prieto y Jean Carlos Rodríguez (Invitado de Rajatabla). Hay que reconocer el trabajo de producción artística, de promoción y relaciones públicas, de producción administrativa, de producción legal y producción técnica hecho por Carlos del Castillo, Carmelo Castro, Rufino Dorta, Maigualida Gamero, Inna López, Frank Silva y Durwin Vicentelli, junto a la escenografía de Armando Zullo, Iluminación del mismo director y el vestuario de Jorge Martínez. Un gran equipo docente de asesores y otro de realización, además de la coordinación institucional de Alfredo Caldera, le facilitaron el trabajo a Guerra en el montaje de este texto que refleja la discusión sobre una época y de la revolución como proceso social en ese tiempo, sin embargo no se puede dejar de pensar en las connotaciones que tiene para la Venezuela actual, lo que permite deducir que no es gratuita su escogencia para ser llevada a escena.
Función: 12 de Diciembre de 2008

Hay que vivir, hay que tolerar

Vida: El Taller Experimental de Teatro de Venezuela y la Factoría Escénica Internacional de Barcelona, España, presentaron Así que pasen cinco años de Federico García Lorca, en el teatro de Asociación Cultural Humboldt. Esta coproducción dirigida por la catalana Carme Portaceli pone en escena una versión contemporánea del texto de Lorca en la que toman preponderancia las situaciones dramáticas por encima del argumento. En la pieza, un joven espera cinco años para desear a su novia mientras se obsesiona por ella. El paso del tiempo hace que la novia se enamore de otro y él viva entre la fantasía y la realidad que le ocasiona su obsesión. Esta historia es lo que se observa en el montaje dirigido por Portaceli que carga de mayor simbología la premisa original, a través de una puesta en escena que pretende reflejar el tiempo, el amor y la vida. Esto puede hacer difícil la comprensión de la pieza y se corresponde con una actuación externa al sentimiento, si bien las expresiones de cuerpo y voz poseen una fuerza contenida que reduce al mínimo la acostumbrada pasión con que se relaciona a este autor. La escenografía e iluminación minimalista de Paco Azorin resalta por todo lo que evoca un gran sillón blanco sobre un espejo de agua que abarca todo el escenario, acompañado del ambiente blanquecino de lo lumínico en la que sólo se destacan algunos momentos. La presencia de un piano en escena no se justifica totalmente frente al uso que se le da. Ataviados por la actual propuesta de vestuario de María de las Casas, los actores de mayor experiencia como Haydée Faverola, Elio Petrini, Ludwig Pineda y Jesús Sosa comprenden y transmiten mejor el sentido metafórico del texto por encima de Lya Bonilla y Alexander Leterni que se quedan a medio camino en sus intenciones. Nos obstante, Jariana Armas, Indira Leal, Ángel Ordaz y Mónica Quintero consiguen un nivel óptimo en la interpretación requerida para esta inusual experiencia escénica.
Función: 6 de Diciembre de 2008
Tolerancia: En la Sala Horacio Peterson del Ateneo de Caracas se presenta San Marcos de Venecia, pieza escrita, interpretada y dirigida por Julio César Alfonso. Este montaje del grupo Teatro Arena en co-producción con La Batalla Teatro, ubica la acción en la plaza abandonada de un pueblo ficticio, lugar que fue llamado con el nombre que da título a la obra y en donde Carlos María y Benedicto, dos amigos que son discapacitados mentales, se reúnen todos los días. El texto tiene como premisa la tolerancia hacia el otro, el diferente, el despreciado porque acarrea una condición de la que no puede escapar frente a una sociedad incapaz de ver la bondad de estos seres humanos. Varias situaciones demuestran la solidaridad entre ellos, al igual que el rechazo de los que le rodean. Las interpretaciones de Alfonso como Benedicto y William Cuao como Carlos María logran transmitir con mucha veracidad la condición propia de personas con discapacidad mental, al emplear voz y cuerpo para asumir una forma distinta de hablar y de gestualizar. En una sencilla puesta en escena que sólo presenta los movimientos necesarios en el espacio cubierto por hojas secas y la presencia de un pequeño banco, el diseño de iluminación de Manuel Pappaterra adquiere mayor peso porque transmite el paso del tiempo y crea la atmósfera que permite comprender como todo es una recreación de la mente de Carlos María. El tema musical que se repite constantemente acompaña la acción circular, influencia del teatro del absurdo, hasta casi el final y para que este espectáculo, con la correcta producción general de Eliseo Pereira, pueda llegar a conmover a buena parte del público.
Función: 7 de Diciembre de 2008